El primer día que llegue no me dijeron el horario de cena, a las 20 está cerrada la cocina y ese día me enteré a las 20:30, Ni cené ni me dieron opción en otro sitio, tan solo se limitaron a decir que estaba cerrada. No era una persona que pasaba por allí era un huésped. Las paredes de las habitaciones son de papel y oyes todo lo que pasa a tu alrededor por las noches así que es difícil dormir a gusto. En mi cuarto día me cambian de habitación ya que tendrían otro cliente “mejor” al que dársela, me avisan esa misma mañana, doy el consentimiento para que cambien mi ropa y maleta pero tan solo se limitan a meterlo en una caja y decirme “ahí tienes, cámbialo tú mismo” ni abrir la puerta para ayudar ni bajar ni subir nada de mi equipaje por unas escaleras que dudo que en otro país no serían legales. Por supuesto que el ascensor no existe. Llamar “hotel” a este establecimiento es demasiado pretencioso. Así que si no te he convencido y deseas averiguarlo por tu cuenta un consejo, no traigas un equipaje pesado porque subir y bajar esas escaleras es un deporte de riesgo
Traduire