Invité
18 juillet 2023
Faltarían palabras para definir el exquisito trato de todo el personal, desde la excelsa amabilidad de recepción hasta el sutil encanto de su gerente. La magnífica habitación con todo lo necesario para un agradable y relajante descanso, camas XL, ducha con alcachofa gigante, toallas de rizo grosor Parador, TV 55".... Y sobre todo la comida, quizás una de las mejores experiencias para nuestro paladar, nos dejamos aconsejar por el gerente y fue una gozada dejarte llevar por las diferentes texturas y sabores que uno tras otro nos iban acercando a la mesa, mejillones en salsa verde, zamburiñas, navajas de Fisterra, las ya famosas gambas a de Loló, un arroz con marisco de Terra da Morte que quedaba el sentido y un surtido de sus mejores tartas con especial mención a "muerte por chocolate al chocolate caliente", todo ello regado por un maravilloso Godello. Y si fuera poco, se creo un ambiente único en el comedor, donde comensales que no se conocían, compartieron vivencias como amigos de toda la vida. En resumen, A de Loló, si no existiera habría que inventario.
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