Maravilloso lugar, personal encantador. Mi pareja y yo fuimos por primera vez a Chiclana, no conocíamos básicamente nada, pero vimos las fotos del lugar y nos llamó la atención. Los apartamentos son cómodos, prácticos y equipados con todo lo necesario, dando una sensación de tranquilidad para disfrutar toda la estancia. Todo resultó muy limpio, ordenado y armonioso, un espacio exento de ruidos que pudiesen alterar ese estado de serenidad. Cada apartamento tiene una terraza privada, que nos vino bien para desconectar y gozar del buen tiempo y sus vistas. La piscina es fantástica, de agua cristalina, pareciendo una extensión de la misma Oceanía, rodeada con un estilo a selva tropical. Por la noche, queda completamente iluminado, creando un ambiente acogedor y alegre. Está localizada en el centro del hotel, lo que hacía que todos los apartamentos tuviesen esas vistas. Además, el aparthotel está situado al lado de la playa La Barrosa, prácticamente una calle colindante, es decir, a 2 minutos a pie. También se encuentra cerca de bastantes restaurantes y supermercados, con lo cual, todo lo teníamos a mano. Pero lo que verdaderamente nos gratificó fue el trato del personal. Nos acogió y atendió fantásticamente, podían intuir que no conocíamos el municipio y nos asesoraron y mostraron diversas opciones, tanto de ocio como de restauración. En especial, Lola y Leticia, con un trato siempre afable, atentas y sumamente amable con nosotros, su hospitalidad es digna de unas maravillosas anfitrionas. A ellas les agradecemos enormemente su actitud alegre y positiva, su trato, su cercanía, su entrega y su benevolencia incondicional cada vez que nos atendían. Realmente nos hicieron sentir como en casa. Sin duda, es un lugar al que volveremos. En una reseña, 5 estrellas nos parecen pocas para las que se merece su personal y alojamiento.
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