Hotel Gustavo Adolfo Bécquer - Balneario de Fitero

Escogi una habitación en la web, y cuando fuimos nos dieron una habitación muy diferente, fui para ver si me la cambiaban y no tenían habitación libre, me dicen que pedí una cama de matrimonio, y nos chocaban al dar la vuelta, ruidos de noche,tele pequeña y encima de la mesa,muy muy diferente

He estado leyendo algunas críticas muy negativas y no doy crédito. Desde hace unos 6 años procuro ir dos veces al año, para paliar, que no curar mis males. Eso ya me parece una maravilla. Cuando he leído lo de seudomedicos, ahí si me he enfadado; arrastro desde hace tiempo una tiroiditis muy discapacitante, y uno de sus síntomas es una hinchazón de ojos tremenda. Después de muchas consultas tanto privadas como en Osakidetza, fue la doctora Montse quién me dió la solución, drenaje linfático, que está aminorandome mucho mis síntomas. Y también descubrió un soplo en el corazón de mi marido. Tenemos la suerte de pertenecer al IMSERSO termal, y nuestras estancias además nos salen por un precio estupendo que si tuviéramos que pagar en su totalidad, igual habría que pedir un crédito. Qué los tratamientos han bajado en tiempo, pues si, 5 minutos, pero igual es el precio que hay que pagar para que siga funcionando. Así todo, la piscina exterior está de libre disposición, prácticamente todo el día abierta, y como yo digo vuelvo a mi claustro materno. Sólo el poder flotar en ella, para mí, es suficiente. Mejor que en el mar Muerto donde estuve, y allí si que salí desilusionada. Las instalaciones hoteleras y las habitaciones están correctas. Las vistas me importan poco, lo único las habitaciones que están encima del salón de actividades, que no están bien insonorizadas, y por las noches, desde cantar jotas hasta jugar al bingo, no puedes descansar hasta bien entrada la noche. Toda la gente que se queja de la comida, me gustaría saber que come en su casa, y cuantos platos guisa diariamente para elegir. Hay cosas que gustan más que otras, pero la variedad es increíble, y cuando ponen cardo, ya no puedo pedir. Y para que destaque, quiero hacer mención del personal, empezando por Laura, que es quién atiende nuestras reservas, el equipo médico, los fisios que atienden los tratamientos, Mati, Alicia, Sergio, y todos los demás y acabando por las chicas del comedor, absolutamente encantadoras y ayudando a que todo fluya. Por cierto, esta crítica no es peloteo. Es la realidad que vivo en otoño y en primavera. Cómo yo suelo decir, le echan un parche a mis males y tito seis meses mejor. Espero que nos veamos en Octubre. Y gracias por todo, hasta por el cariño

Positivo habitación, trato correcto, comida normal, bar deficiente atención, entorno tranquilo y agradable, termalismo positivo. Volveré