Hotel Balneari Sant Vicenç

Todo muy buen pero la comida faltaba de consistencia la última vez. Un servicio perfecto, una comida fina y bien preparada, un entorno muy caluroso. Era la segunda vez que veníamos aquí, la primera era un fiesta de los sentidos. Pero, últimamente, sólo , he sido deceptionado por un plato principal muy bueno pero le faltaba un acompañamiento. Pero volveré seguro.

Fin de semana en el Balneario Hotel San Vicenç en régimen de media pensión. El edificio tiene su historia, con un cierto aire decadente que lo hace muy atractivo. La habitación que daba al río, pequeña y pendiente de reforma según entendí pero suficiente para una retirada emocional que permite desconectar de las prisas diarias. La zona de tratamiento muy correcto, limpia, con equipamientos diversos para diversidad de tratamientos, con un equipo muy amable y profesional. Cenamos y desayunamos 2 días. Hay que decir que la gastronomía del hotel está muy cuidada, con un comedor que presenta excepcionales vistas a la zona de la piscina descubierta y del río. Menú con varias opciones de primer, segundo plato y postre, algunos con suplemento económico. Equipo de sala próximo, amable y profesional. Cenamos muy bien. Recomendable como opción balneario no masificado, con un cierto aire retro o vintage que lo hace muy atractivo, con zona de tratamientos correctísima y una gastronomía de primer nivel. Para volver!!