He vuelto a alojarme esta misma semana en otro hotel de la misma cadena, y he notado algunas diferencias importantes. Este hotel está un poco más apartado y, lamentablemente, no tiene vistas al mar, algo que aprecié mucho en el otro establecimiento.
Sin embargo, un punto muy positivo ha sido la comida: mucho mejor en comparación. Los platos están más cuidados, con mejor sabor y una selección más acertada.
El personal es muy amable y siempre dispuesto a ayudar, tanto en recepción como el resto del equipo. Se nota un ambiente acogedor y tranquilo, algo que valoro mucho.
En general, a pesar de la ubicación menos privilegiada, la experiencia ha sido buena, sobre todo gracias a la calidad de la comida y la amabilidad del personal.
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