Visitamos el palacio en una época poco turística pero aún así nos gustó mucho, en verano tiene que estar espectacular. Tuvimos la suerte de poder disfrutar de aún más atracciones porque el año pasado acabaron una gran reforma y añadieron entre otras cosas el Museo Cuatro Familias ubicado en el ático, donde se han conservado y dejado a la vista las vigas originales que nos gustaron mucho. El museo como tal también, creo que echa una luz muy interesante y añade mucho valor a la visita porque explica toda la historia del edificio y de las familias que vivieron en él y que lo salvaron de la ruina. Tiene cuadros de pintores conocidos, objetos de varias épocas, objetos cotidianos y retratos y fotos de la familias a las que perteneció, pantallas interactivas... También es impresionante la cantidad de trabajo que los últimos dueños han invertido para sacar este lugar del deterioro y del olvido y como le han devuelto su belleza de antaño. Fuera de la visita guiada y del museo el lugar ofrece muchas atracciones al aire libre, laberintos para niños, safari entre los bisontes, es una mezcla muy curiosa de cosas que uno puede hacer visitando un solo palacio. Recomendaría también probar el menú del restaurante. Desde los famosos platos polacos como pierogi (se pronuncia pierogui) hasta carne de bisonte, incluyendo una fantástica hamburguesa de bisonte, una de las mejores que jamás hemos probado. Las salas del restaurante también tienen su historia, hace siglos fueron dormitorio y sala de estar del último rey polaco en su viaje por la zona. O sea, vas a poder probar carne de bisonte y encima vas a poder hacerlo en una sala histórica con decoración preciosa. Resumiendo, es un lugar rodeado de naturaleza, con toda la tranquilidad del mundo y muchas atracciones para la familia. Hasta tienen una pequeña manufactura de cerveza en el mismo recinto. Si viajas entre Varsovia y Cracovia diría que es un "must see", vale la pena planificar una visita aquí.
Traduire