Mi opinión es sobre la cabaña de madera de 2 habitaciones. Tal vez los otros alojamientos que ofrecían no cuadren con mi opinión. La zona inmejorable, el exterior fantástico y la propietaria muy agradable, nos mostró las instalaciones. La cabaña es vieja pero tiene su encanto. Las 2 habitaciones en el piso superior son acogedoras y las camas cómodas. El piso inferior conserva algún elemento antiguo como la cocina económica, pero hay otra actual para su uso y tiene todo lo necesario. Es todo muy amplio. La zona de la ducha y pica para las manos es un añadido al piso inferior, pero funcional y correcto. Hasta aquí todo muy bien, pero cuando toca hablar del inodoro todo cambia. Es un cuartito aparte, y aunque está limpio y no huele mal, lo que a primera vista parece una taza de wc normal es un agujero directo a la fosa séptica o cañerías o lo que sea. No hay depósito de agua y sentarse allí no resulta nada tranquilizante. Insisto, está limpio, pero con alguna excepción en parques naturales (wc públicos), nunca me había encontrado con ésto. Creo que sería necesario reformar el wc y poner uno con sifón y agua.
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