LE SOBRAN ALGUNAS ESTRELLAS!, Nada recomendable, lo único bueno la situación. En pleno Agosto, el aire acondicionado lo controlan desde el hotel, imponiendo un horario; desde las 7 a las 10h y desde las 19h hasta las 24h aproximad. Con el inconveniente que en el minibar tienes dos botellas de agua pequeñas de bienvenida, pero cuando te las bebes no te las reponen, y no hay ninguna otra bebida en el mismo mientras dura tu estancia. Nosotros cuando llegábamos después de cenar ya estaba apagado el aire acondicionado y teníamos que abrir la ventana con el incremento de ruidos que eso supone. Las sábanas tampoco las cambian todos los días. Para acceder al comedor a desayunar tienes que bajar cuatro tramos de escalera por lo que no está acondionado para personas con discapacidad. Argumentándote que si no puedes bajar escaleras te llevan el desayuno a la habitación. El desayuno, lo venden como bufet, pero el bufet solo consiste en agua, zumo, café, fruta y yogurt, pues el día anterior tienes que elegir entre 4 tipos de desayuno del que no se puede repetir. Además, había días que hasta la chica de Recepción tenía que venir a ayudar a las 2 personas que habían en comedor, una sirviendo los desayunos elegidos y otra retirando y limpiando mesas. Al parecer la falta de personal es otro de los problemas. Habitaciones mal insonorizadas, se escucha cuando el vecino tira de la cadena, habla, se ducha etc. y los baños, al menos el nuestro, tenía la grifería de la época del “Cuentame”. Tienen plazas de parking exteriores, que no reservan pues no tienen suficientes plazas para todas las habitaciones. Estando nosotros en recepción subió una señora quejándose que había movido el coche un momento y después no había podido aparcar. Menos mal que justo al lado hay un parking, aunque no es el que recomienda el hotel. No entiendo como un hotel con tales deficiencias puede tener 4 estrellas …………….