Buda Lodge

El Lodge hasta ahora bastante bien, hasta que me encuentro con la sorpresa de que en la cama de mi hija había un ALACRÁN. Al reclamar a recepción, respecto al aseo en la cabaña, la respuesta fue "simplemente que al estar en un bosque estos vichos siempre entran a las cabañas", en el fondo al parecer esto ya les ha ocurrido antes. Lamentablenente aún nos queda 1 noche en este lugar. Cómo dije el lugar muy bonito, pero el aseo pésimo y la atención de la recepcionista deja mucho que desear.

Quiero destacar ante todo la atención de las personas del restaurante, Michelle y el anfitrión geniales + la comida muy rica. Las cabañas y el ambiente muy buenas para relajarse. La ubicación excelente. Cómo sugerencia la camilla de masajes es un poco incómoda sobretodo en la parte de la cara .

Lugar donde desconectarse es un placer, la tina todos los días maravillosa, la atención 100 % acogedora, muy preocupados, incluía desayuno, camas de cuarzo y sauna. Intencionar con el Buda todos los días es una experiencia muy recomendada

Un lugar tranquilo y un poco más reservado, que permite desconectarte completamente. El diseño de las tiny houses entre los árboles brinda un aire de misterio , relajación y privacidad. El desayuno es exquisito y variado para todos los gustos. También tienen servicio de almuerzo y cena que no probé. La atención del personal es muy atenta. Tienen un centro de wellness con diferentes terapias, personalmente el masaje lo encontré increíble. Cada tiny tiene su tinaja privada, que funciona con leña. Lamentablemente pese a los intentos de que estuviera preparada por parte del personal a la hora que uno deseaba ocuparla era sencillamente imposible. La temperatura del agua no es regulable, por lo tanto podían pasar varias horas hasta lograr una temperatura que no te cocinara vivo. Sería ideal contar con una llave de agua fría para lograr la regulación o pedir que esté funcionando varias horas antes del momento que uno realmente desea ocuparla. Otros aspectos a mejorar es los detalles, cuidado y manutención de las tiny, se notan descuidadas de este punto de vista, que te hace cuestionar si vale tanto la pena el precio que solicitan.

Genial simplemente genial, legar cómodo en medio del bosque con tinajas privadas y el personal es de lujo, nos hicieron sentir realmente bien, el restaurante y desayuno muy buenos y Karina quien fue nuestra anfitriona fue lo más resolutiva y amorosa. Nos encantó !

Sobre valorado, mal servicio y atención, la cama en mal estado, la tina si bien es privada hay q estar todo el día pendiente para mantener la temperatura, el primer día no pude usarla porque salí a cenar. El desayuno no acorde a la cantidad de huéspedes, si llegas tardes es lo queda. Y la atención sobre pasada cero interés en responder las necesidades de sus clientes. No volvería!