Invité
14 novembre 2023
El último fin de semana estuvimos en esta preciosa granja. La casa está diseñada con mucho gusto, que para mi, que soy pintora, tiene mucha importancia. Está ubicada al lado de las montañas, elegimos este sitio porque nos gusta pasar el tiempo de descanso cerca de la Naturaleza. Nos ayudó a encontrar este sitio Isabel de la empresa de viajes SAÓ. Con placer y agradecimiento puedo decir que cumplió todas nuestras espectativas. Y algunas incluso superó! Me refiero a la comida. No esperabamos este nivel tan alto en un sitio tan rural! Todo, pero de verdad todo, lo que comimos en este pintoresco restaurante fue sorprendemente rico y bello. Disfrutamos un monton de las vajillas, de la decoración de los platos (y de la sala) de los olores, sabores, de las vistas por las ventanas. En casa de Jesu y Enric nos sentimos atendidos con mucho cariño. Nos hicieron un favor cambiando la hora de comer (en la oferta era la cena, pero nosotros cenamos muy poco y a las 19.00 h). Y de esta manera pudimos comer a las 14.30 disfrutando de toda la variedad de platos que nos servían (todo recien hecho, calentito y con productos de calidad). El desayuno fue también una sorpresa enorme, fue más bien desayuno-almuerzo, muy variado, sabroso, mucha cantidad de todo. Salimos del restaurante llenos, contentos, en buen humor. La dueña estaba muy atenta a todo, charlamos con ella y esto para nosotros fue otro placer. La habitación donde dormimos (y el baño) era totalmente silenciosa, muy limpia, la ropa de cama preciosa, bordada, me sentía como en la casa de mi abuela. Aprovechamos de la propuesta e hicimos una ruta de tres horas por la montaña con un entrenador de nordic walking y nos encantó (la ruta y el entrenador ;)). Una tarde también participé en una sesión de yoga y meditación. Eso también fue profesional y en una sala muy amplia y con encanto. !Seguro que volveremos!
Traduire