Alda Don Carlos

We came back to this apartment after having been last year. We noticed that sadly the apartment has been neglected. The fittings were chipped, the the only fry pan was scratched by heavy use and the handle was loose, there was not a chopping board or a sharp knife to cut bread or vegetables, there was not can opener. The water glasses were heavily scratched by over use. The cafetiere was cheap plastic with flimsy lid. We noticed the flower pots outside reception were half dead and flooded in water, chairs in the terrace outside looked discarded and dirty. A general feel of neglect about the place. The cleaners changed bed linen and towel daily but the whole place needs investing in better kichen equipment, mattress, and fittings. The way is at the moment, is expensive and poor value for money.

El apartamento está situado cerca de las playas de El Sardinero, se puede ir andando en pocos minutos y cerca hay bares y restaurantes. Está situado en una cuesta con aparcamiento cerca gratuito. Nos tocó un apartamento en la primera planta que realmente está a pie de calle con fácil acceso a la terraza. Cuando llegamos hacía más frio en el apartamento que en la calle y tuvimos que poner la calefacción que tardó bastante en calentar la estancia. Creo que aire acondicionado no había. Tiene un salón cocina, amplio, pero la zona de cocina es mini con micro, nevera y un pequeño armario con menaje escaso, aunque sólo estuvimos una noche y no hicimos uso de nada. En la habitación hay 2 camas grandes pegadas, que no llegan a ser de matrimonio, por lo que para dormir 3 personas no resulta cómodo. Dispone de un armario grande y un baño con ducha y un secador de mano super antiguo que no conseguimos hacer funcionar. El personal de recepción no es muy agradable y no da ganas de preguntar nada. La cafetería y el restaurante no vimos abierto en ningún momento. Lo peor sin duda alguna el desayuno, el timo del siglo. Nadie controla que lo hayas contratado. A pesar de ir casi 90 minutos antes de la hora de cierre del comedor, apenas quedaban productos, ni zumo, ni pan, ni nada caliente, el último trozo de tortilla de patata lo cogió otro cliente y el supuesto bacon ni verlo. Apareció un hombre con paso acelerado y le comentamos que no había agua ni zumo, y de mala gana lo sacó al cabo de un rato. Le consultamos si iba a sacar tortilla o algo caliente y nos dijo que no, que nos arregláramos con lo que había, por educación no le contestamos. Todos los clientes pagamos el mismo precio por el desayuno y tenemos el mismo derecho vayas a la hora que vayas. Y encima te pide que cuando acabes recojas todo y pongas la bandeja en un carrito. Se marchó y no volvió a aparecer en todo el desayuno, de hecho hubo clientes que llegaron más tarde y se encontraron un poco perdidos. Fuimos a recepción a quejarnos y no había nadie, y cual fue nuestra sorpresa que al terminar el desayuno el hombre que estaba gestionando la recepción era el mismo, por lo que omitimos decirle nada. Cuando dejamos el hotel y fuimos a dejar la llave tampoco había nadie en recepción, así que nos fuimos con una mala sensación. No sé si volveré en algún momento a este hotel, fue una reserva urgente de última hora y no encontramos mucho más, pero realmente lo valoraré si me va a merecer la pena, aunque tengo claro que a desayunar NO.

Está en una magnífica zona de Santander, a 1 minuto de la playa primera del Sardinero, se ve que es la mejor zona. Bares, restaurantes, paseo marítimo... Los apartamentos son amplios y bien equipados, una familia de 4 estuvimos perfectos. El desayuno era un extra de 9'50, pero hay supermercados y bares en la zona si no lo quieres hacer. Tiene párking de pago, pero hay mucho en su misma calle si no lo quieres usar. En general muy bien, si volviera a Santander repetiría ahí.