KW Hotel

En líneas generales, las instalaciones son buenas. Lamentablemente, el servicio deja mucho que desear: 1. Hicimos la reserva por booking con un determinado precio por habitación. Sin embargo, al llegar nos dicen que el precio no es por habitación, sino por cabeza. Después de mucho insistir conseguimos que se nos cobrara solamente un mínimo adicional, a pesar de que no era nuestra culpa que la información en booking no fuera exacta. 2. Al día siguiente vino lo peor. Sabiendo que el check-out era a las 11 y que los tours en Uyuni empiezan a esa hora, a las 9.30, después del desayuno, nos dispusimos a bañarnos y alistarnos para dejar el hotel. El problema es que después de esperar minutos, el agua de la ducha no calentaba.Nosotros escogimos el hotel precisamente por su modernidad y el agua caliente. Reclamamos y nos dijeron que darían solución. Una hora después el problema seguía. Para las 11 am no había agua, perdimos nuestro tour y tuvimos que pedir prestado un hervidor y un balde para mezclar allí agua y poder asearnos. A las 11:30 am empezaron a presionarnos para dejar la habitación porque tenían un huesped para ese día, a pesar de que la demora no había sido nuestra culpa. Naturalmente bañarse con un hervidor y un balde demora el triple de lo que toma una ducha, pero eso a los encargados del hotel no les importó. No es un hotel barato. No cumplieron con darnos con lo minimamente esperado, y tampoco fueron cordiales para encontrar una solución, solo les importaba que nos fueramos para recibir otros turistas o que pagaramos lo que ellos consideraban. No recomiendo para nada este hotel.

Llegamos, nos asignaron una habitación y luego la cambiaron indicando que una extranjera quería nuestra habitación (nosotros también somos extranjeros y por último pagábamos por el mismo servicio) las camas horribles, incómodas, era un catre. Nunca salió agua caliente, solo estaba un poco tibia. Nos asignaron una habitación en el tercer piso y nadie nos ayudó con el equipaje. La cerradura de la habitación es paupérrima. Se escucha todo lo que ocurre en los pasadizos y nunca apagan las luces, lo cual hace que se ilumine toda la habitación. El desayuno terrible, nos servimos un jugo de Piña que era más agua que piña, las dos señoras que atendían el desayuno tenían cero disposición y un humor horrible. Al hacer check out solicitamos que nos presten los servicios higiénicos y nos dijeron que solo si pagábamos nuevamente por la habitación, les explicamos que era urgente y nos enviaron al sexto piso, donde se encontraba la misma señora que atiende el desayuno y nos indicó que no nos iban a prestar el baño, que ellos no prestan y que si queremos un baño debemos pagar nuevamente la habitación, le explicamos nuevamente la situación y nos indicó que nos daría un baño del almacén porque no queríamos pagar nuevamente la habitación y era un silo, en pésimo estado. No vale lo que cobran para nada.