Cabañas de Javalambre

Instalaciones: 5 Limpieza: 7 Personal: 10 Bar: 9 Calidad/precio: aceptable Estuvimos un fin de semana con unos amigos y fue todo una sucesión de problemas. Viernes: (entrada 16:00) Empezamos con una luz medio fundida en una de las habitaciones. Llamamos y la chica vino enseguida a cambiarnos la bombilla. Después nos dimos cuenta de que no funcionaba uno de los radiadores. Volvimos a llamar y nos trajeron uno nuevo. Pasamos una noche bastante mala con los ruidos ya que hacia algo de viento y las contraventanas no se sujetaban. Además de que a las 7 de la mañana empezó a entrar la luz del sol en una de ñas habitaciones. Sábado: Así que, volvimos a llamar y vinieron a intentar solucionarlo. Domingo: Teníamos la salida entre las 11 y las 12. Cuando fuimos a ducharnos, el termo no funcionaba y nos tuvimos que duchar en otra cabaña. Conclusión: la cabaña no estaba en buen estado, pero Marina intentó hacernos la estancia más agradable e intentó, en todo momento, solucionar los problemas que iban surgiendo. El lugar es muy bonito y está muy cerca de las pistas de Javalambre. Y los torreznos del bar están espectaculares.

Entorno natural privilegiado rodeado de cabañas de madera, dispone de piscina y parque para los niños. Las cabañas están bien para pasar unos días, aunque la que nos tocó el aire acondicionado no funcionaba muy bien, y pasamos un poco de calor. Tiene un restaurante, EL RAMBLAR, que ofrece una carta y un menú con recetas elaboradas y una buena presentación. También elaboran tapas creativas muy gustosas y apetitosas. Tienen comedor interior y una terraza exterior que permite comer con tu perro, ya que en el interior no es posible. El servicio muy amable y la calidad precio es correcto. Muy recomendable si se quiere degustar platos del lugar.

Lugar precioso, y muy tranquilo donde ir con niños y perro es una pasada. Piscina más que suficiente para refrescarte. Paseos a pie de casa y sin coger el coche. La cabaña en el interior está bastante bien, toallas limpias, camas limpias, etc. Pero la cabaña exteriormente está bastante dejada, las barandillas carcomidas, muchísimas telarañas, moscas dentro de la casa y fuera algo extraordinario. El recinto está bastante dejado, falta algo de desbroce y limpieza de los caminos. El restaurante bien pero sin más, eso sí muy muy caro (6 chipirones plancha 12€, un trozo de bescuit de chocolate sin más que parecía comprado de un supermercado 7€), esto es un ejemplo. Eso sí los trabajadores y propietarios muy simpáticos y amables. Faltan más basuras, y facilidades para el reciclaje.

Decepcionante,hemos pasado mucho frio,menos mal que teniamos mantas en el coche para poder tapar a los niños i no pasaran ellos frio,yo i mi marido toda la noche un frio para morirnos la calefaccion deprimente para el frio que hace alli,nos costo 193€ para 5 personas 1 noche super caro la segunda noche hemos venido a Teruel un hotel super bien 4 estrellas 2 habitaciones 160€ 3 personas en 1 i 2 en la otra con calefaccion como toca i todo acondicionado como toca el hotel se llama parador mucha mas amabilidad i atencion i mejor precio sin duda no volvere mas a las cabañas esas una decepcion total!!!!!!!! Encima sin cobertura casi nunca

Tranquilo, los trabajadores estupendos y serviciales. El restaurante comida casera y muy buen servicio. Volveremos. Llevamos nuestra mascota y disfrutamos mucho, paseamos por el recinto muy bien cuidado.

Estuvimos hace unos días en una cabaña ESTÁNDAR. Es cierto que el enclave es estupendo y la cercanía a las pistas de esquí un aspecto a tener en cuenta. Sin embargo, para el precio que tienen deberían estar bastante mejor equipadas, no hay ni un tostador y el frigo es ridiculo (más aún cuando el restaurante lo tienen cerrado). Además deberían cuidarse detalles como no dar toallas rotas, calefacción que no funciona en el baño, la tapa de la taza del wc rota, una tv de hace 20 años, falta espacio en armarios para el número de personas para las que se alquilan (en nuestro caso para 5 personas). Un chasco, la verdad.

Hemos ido 2 veces , la primera estaba todo nevado y estaba súper bonito, las cabañas calentitas y equipadas. Es un sitio muy tranquilo y de noche es una pasada mirar el cielo y ver las estrellas. Repetiremos, lo único que propondría es poner algún billar o futbolín en el salón que hay en la entrada con cafetería ya que en invierno se hace muy pronto de noche y hace mucho frío fuera.