El hotel es lindo en APARIENCIA, las habitaciones diminutas, el baño, con cortina de hace muchos años y muy chiquito. El desayuno bueno. La comida, si cenas buena. Te cobran todo, pero todo. Pedí un Té con leche, me cobro el té y a parte una MAMADERA, así, decía la factura. Las empleadas muy correctas, pero trabajan con mucha tensión, porque la DUEÑA, no les permite que te traigan nada, todo debe pasar, por su supervisión, desde que te levantas, para ir a una excursión, hasta que te acosta a las 11,30, esta ELLA, en recepción, NO hay otra persona. Viajamos mucho, no vivimos en Argentina, pero soy argentina, me avergüenzo, de cómo atiende, te ladra. Muchas veces pagas altas cifras, pero son amables y eso caracteriza a los habitantes de este país. Esta Sra, no se merece que vayas a SU hotel, porque es Avara, maleducada, irrespetuosa, y trata muy mal a sus empleadas, delante de los turistas.
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