Preciosas vistas al mar con una puesta de sol muy bonita. Las habitaciones son correctas, pero el baño un poco justo. Estuvimos dos noches y no hicieron la habitación ni dejaron toallas limpias. Los anfitriones me parecieron sosos. La señora el último día nos hizo salir de la habitación de manera acelerada a las 10:50, aunque creo que debía estar agobiada porque el marido no la ayudaba en nada, más bien me pareció un mueble más del comedor. El desayuno muy flojo con pan y pastas congeladas, el café malísimo; le recomendaría invertir en una buena cafetera; esto agregaría un valor significativo a la estancia. Como punto positivo he de comentar que la mermelada era artesana. Las instalaciones están en buen estado, aunque el aire acondicionado de nuestra habitación no funcionó ningún día. En resumen, es un lugar con un gran potencial, especialmente por su entorno natural y vistas, pero algunos aspectos del servicio podrían mejorar.
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