Hotel Tugasa Las Truchas

An attractive and modestly priced small hotel with friendly staff. Our bedroom was notable for its comfortable beds, good quality sheets and piping hot water. It also had a fine view from its terrace over the town and the mountains. You can watch griffon vultures and paragliders soaring together. We stayed in February, when there were few other guests, so we were impressed that the hotel remains open at such a quiet time of the year. My only disappointment was my dinner, but I think I made a poor choice on the menu. (I had wanted to order paella, but it wasn’t available). The wine was excellent and good value at 16 euros. Breakfast was beautifully presented and very good. Definitely recommended: I would happily stay again.

Un gran hotel, con un personal muy agradable, trabajador y exquisito en el trato. Las habitaciones son amplias, estilo rustico, el cuarto de baño muy bien y muy buenas vistas. La recepción estupenda y aún teniendo una incidencia pues íbamos dos parejas pero una por enfermedad no pudo venir, fue muy receptiva y comprensiva pues no cargó la estancia. Volveremos pues ha sido muy agradable todo.

Excelente hotel en un entorno privilegiado. Gran encanto rural no solo por la ubicación sino por el propio establecimiento. El espacio junto a la chimenea es nuestro rincón favorito. Buenos colchones, mucha limpieza y gran tranquilidad con un servicio excelente.

He de decir que algunos comentarios sobre los colchones y demás nos hecharon para atrás al querer reservar, pero nos atrevimos y no nos arrepentimos, al revés, me hubiera quedado más días Fuimos en pareja, la atención un 10,amables y muy atentos, además de aconsejarnos y recomedarnos que poder hacer, como el sendero La habitación limpia y muy amplia, colchones nuevos y super cómodos , terraza amplia con vistas al pueblo y respiras pura naturaleza. Desayuno buenisimo y para elegir, cena increible que estraba en media pensión, la cual recomiendo la trucha, riquisima!! El personal del restaurante un 10 :) Volveremos!!! Muchas gracias por todo.

Hotel acogedor con personal atento, se agradece que prohíban fumar en el jardín y poder tomar un café sin tabaco, esta ubicado cerca del pueblo que puedes visitar sin tener que utilizar el vehículo, aparcamiento privado y cerca tienes para hacer rutas de senderismo.

A pesar de haber puntuado muy bien a este establecimiento con anterioridad, he de manifestar que la nueva decoración que están estrenando no es la adecuada. Soy visitante habitual de este paraíso llamado El Bosque, y Las Truchas ha sido siempre mi referencia como hotel. Su mobiliario de madera artesanal, la decoración de ciertas paredes con aperos tradicionales y herramientas tradicionales del campo, su vistas… han sido alterados con su eliminación radical (ya no están) y por unos estores grises que impiden ver como es debido los cuadros naturales que lo hicieron famoso; esto es, esos magníficos ventanales que ahora, con los susodichos cortinajes grisáceos, impiden ver el paisaje único de El Bosque. Qué desacierto. Por no hablar de los casilleros de madera para las llaves en recepción, que han sido sustituidos por una especie de linóleo totalmente desorientado y, en general, la decoración autóctona con más de medio siglo de historia, ha sido modernizada inadecuadamente, buscando, al parecer, la ‘uniformidad’ con el resto de hoteles del grupo. Preguntando por el asunto, me dicen que ha sido un estudio de decoración catalán el autor de tal locura desproporcionada. Sea de Cataluña o no, a mi parecer, han destrozado el espíritu rural o personalidad propia del establecimiento. Hay muchas cosas que podían haber modernizado o arreglado (algunos sofás incluidos), pero hacer más ‘chic’ a Las Truchas es de cateto de pueblo. Por cierto, lo de quitar la silla de madera maciza de las habitaciones para sustituirla por su ausencia (nada), implica tener que emplear la cama como escritorio y el escritorio como cama. Nada que decir de la amabilidad indiscutible e inalterable del personal, o de su restauración y, menos aún, del pueblo de El Bosque que, como siempre, son un paraíso.