Olga Querida B&B Hostal

初めてのメキシコ旅行で緊張していた私達を、暖かく迎えてくれて、スペイン語も英語も苦手な私たちのために丁寧に優しく説明してくれたホストのルーシーさんにとても感謝！ シャワーも勢いがよく、ベッドもふかふかで、中庭も素敵で、朝ごはんも付いていてありがたかった。 またぜひ利用したい宿です！ありがとうルーシーさん！

バックパッカーの方にはいいかもしれません。設備が少し古く、面お値段に比べると少し劣る気がします。スタッフさんは明るくとても素敵な方でした。 キッチンなどは清潔でした。

I love Guadalajara, and I love it even more because of Olga Querida. From the moment of my arrival, I felt at home. Nearly every review mentions Lucy, she sets the bar for what a hotel host can be. The room exceeded my expectations, a comfortable clean bed, ceiling fan, and as much hot water as you want (just follow Lucy's clear instructions). With a room at the interior of the building, it was perfect silence in the night. There is included breakfast as well as a welcome to use the fridge and the kitchen. Drinking water is provided and there's always a morning newspaper in the lobby. The location is perfect for me, close to all the central tourist sites, great cafes and restaurants. In case you've never been to GDL, the centro historico and all the colonias to the west are considered to be very safe. I was perfectly comfortable as a woman traveling alone. If you get the chance to be in Guadalajara on Sunday, do it! They close down the main streets for the recreation and health of the residents from 8-2 and is is super cool. Bicycles, rollerbladers, skateboarders, barbie jeeps and more rule the streets and the parks are filled with people smiling, socializing, playing volleyball, chess, ping-pong, with aerial silks in a lovely tree in the park, it's alive with an unmatched spirit of commradarie. The beautiful heart of México breaks my heart every day so that it can grow bigger and bigger. And the food - people use words like life changing and transformative to describe meals here and its justified. If you are vegan like me, there are so many great places within 5 to 25 minutes walk. Art, culture, and food are within easy reach plus efficient public transit, ubers are always close, too. Have a great trip! Thank you, Lucy!!

El Hostal Olga Querida está en una casa muy linda, de principios del siglo XX, que conserva su estilo arquitectónico original y que tiene un patio encantador: fue esa primera buena impresión la que me llevó a decidir rentar un cuarto privado por un mes. Muy pronto me topé con la realidad. Aunque en apariencia el lugar es limpio me encontré, dentro de los cajones, con una suciedad de años de vieja. Había algunos ganchos para ropa de esos de tintorería, todos torcidos de tan usados; la tele servía aunque bien a bien sólo se podía ver un canal; la sábana era demasiado pequeña y el colchón estaba completamente hundido de un lado. El patio sí, es bonito pero, como nada lo protege ni del sol ni de la lluvia, tuve que pasar tiempo en las áreas comunes que son francamente horribles. Los muebles son viejos (viejos, no “retro”). Las sillas estaban rotas, con el relleno sucio saliendo por todos lados y los sillones manchados. Lo peor fue el mantel que, durante días, conservó las mismas manchas de salsa y de otras cosas en los mismos lugares. ¿Y todavía peor? Ninguno de los refrigeradores servía. La encargada es una buena vendedora pero, una vez que recibe el dinero, es muy poco atenta (como muestra, la forma agresiva que tiene de contestar a las críticas negativas). Para los clientes hay muchas prohibiciones; en cambio, para los hijos y los amigos de los hijos de la encargada todo está permitido, incluso molestar a quien sí paga. Una estancia muy, pero muy desagradable.