Aunque el Hotel parece no estar funcionando a plenitud, esta situado en la Isla Teja frente al humedal y al río, en un lugar casi único. Vale la pena caminar por el jardín hacia y observar las aves, especialmente los cisnes de cuello *****. La tención es sobria y profesional. Las habitaciones muy amplias, limpias y con una vista maravillosa. Tal vez el tamaño de las toallas de baño debería ser mas grande. No hay restaurant ni otros servicios. Dispone de frigobar para el uso de los pasajeros, pero no hay ni comestibles ni bebestibles en él. El desayuno puede ser sencillo para algunos, especialmente los extranjeros, pero para nuestros requerimientos cumple muy satisfactoriamente. (café, te, yogurt, pan, mantequilla, mermelada queso y jamón, pie o kuchen, leche fruta y jugo) La ubicación del hotel, con amplios estacionamientos descubiertos en superficie, permite evitar los atochamientos de Valdivia centro y una salida expedita hacia el camino a niebla y a las playas y hacia los buenos restaurantes del sector, como el Fish Carraldo. Además, parece no haber problema con el tamaño del vehículo. Esta cerca de un supermercado y comercio básico para surtirse en caso de querer efectuar excursiones. De fácil acceso por el puente Cau Cau, lo que hace más expedita la llegada. Excelente relación precio calidad
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